Tú? río... yo?...

Camino sin rumbo, agotada de buscar, tengo la boca seca y muero de sed; a lo lejos te miro, todo desaparece menos tu, me acerco con curiosidad y miedo… tus ojos y mis ojos se encuentran… tu voz imponente me pregunta: ¿estás bien?, trémulamente te digo que tengo sed… tu mirada centellea de ternura y seguridad… tomas mi rostro en tus manos y posas tus labios en mi boca… Dios!! tus labios son frescos y cristalinos como el agua… tus labios son un manantial que inunda mi boca… me das de beber sin mesura… y bebo con ansia… tus labios son agua… los siento verterse y desbordarse por las comisuras de mis labios haciendo un camino ligero y vibrante por mi rostro… despacio se desliza por mi cuello y mis hombros, los refresca, los aligera… y es el preámbulo al milagro… el torrente delicado que vierten tus labios corre hasta mis pechos que se alteran ante el caudal de sensaciones… el agua fresca de tus labios recorre mi cuerpo… mi vientre… mis tobillos… mis muslos… tus labios buscan los míos… y de repente… el milagro de tus labios me convierte en manantial… soy agua como tu… tus labios incesantes incrementan el cauce… tus labios vuelven a refrescar mi piel y buscan mi boca… me besas y nos hacemos río…nuestro torrente crece… golpea en las orillas… se arremolina y arrastra piedras… y sin saber como ni donde se juntan en un cruce sublime y enorme… tu fundido en mi y yo en ti… desbocando en un océano glorioso, los dos como uno… en un mar profundo y sereno… un mar lleno de luz y paz… un mar fresco y cristalino… me miras y veo en tus ojos la promesa de no volver a tener sed… me besas y te beso…

El milagro de tus labios me ha convertido en río…