domingo, julio 03, 2005

le dije adios a mi mas hermoso sueño... al mas largo y al que mas he amado


Ayer me despedí de mi más hermoso sueño.

Un sueño que nació hace mas de mil trescientos días, en un otoño, y que ha crecido y madurado conmigo; un sueño mantenido por la ilusión, por la añoranza, por el cariño, por la esperanza.

Un sueño sin rostro, sin piel, sin calor… un sueño sin culminación.

Un sueño hermoso, eterno y sublime… que aun sin rostro me llenaba de sonrisas alentadoras y miradas enloquecedoras… que aun sin brazos me atrapaba y fundía en un abrazo… que aun sin piel me ofrecía la tibieza y humedad de un cuerpo ajeno al mío… que aun sin manos acariciaba mi piel inquieta, hasta ver halos siderales desconocidos hasta entonces… que aun sin cabello mis dedos lo conocían milímetro a milímetro, a fuerza de enredarse entre sus mechones… que aun sin labios percibí el placebo de sus besos… que aun sin aliento susurraba a mis oídos historias fantásticas, palabras encantadoras, sucesos reales… un sueño que aun no teniendo nada lo era todo…

Un sueño que rayaba en lo perfecto… pero no en esa perfección sosa y pasiva de los cuentos mas grandes de amor… no en esa perfección histriónica de las poesías que ofrecen lunas y estrellas… no… mi sueño fue perfecto por esa perfección humana… esa perfección que hace a alguien un hombre o una mujer… no siempre vi mi sueño como la miel o como el viento suave y fresco de la primavera, no siempre soñé con sol y cielos estrellados… también percibí mi sueño amargo como el infinito mar, frío y violento como el viento del invierno, osco y huraño como el silencio aterrador del vacío… lo soñé con todas su virtudes y sus carencias, con todos sus altibajos, con sus amores y sus desprecios… con su equilibrio y sus desacuerdos… lo soñé completo… lo soñé humano…

Ayer le dije adiós… y no porque no pueda seguir soñándolo… no por falta de cariño… porque a pesar de no ser… a pesar de no tener… lo amé… lo amo… mi cuerpo lo desea, mi mente lo piensa… hasta mi médula lo añora… pero no lo dejo por falta de todo eso… lo dejo porque es lo que es… un sueño… y ese sueño hace mas de mil días que paso de frente… sin mirarme siquiera… y sigue su camino… ese sueño que no mira para atrás… no retrocede… no aminora el paso… y entendí que no lo hará… yo nunca seré su sueño…

Pero no estoy triste, no lloro ni me flagelo… porque fue hermoso…sigue siendo hermoso… y porque por ese sueño aprendí tanto de mi… aprendí que soy humana como él… aprendí que así es la vida… muchos pasan de frente… y de igual manera yo paso de frente ante muchos… y aprendí a quererme, a valorarme y a desechar tonterías sin valor y sin importancia… estoy contenta, feliz de poder soñar… de poder añorar… de poder amar sin mesura y sin condiciones… feliz de ser humana… imperfecta ante muchos ojos… perfectamente humana ante los míos… y descubrí que yo no amo solo con el corazón… amo con la piel, con la sangre, con la cabeza, con la médula, con cada hueso, con los labios, con el pensamiento… amo con todo lo que soy… y amo por el simple placer de amar…

Y estoy segura que llegará el día en que sueñe de nuevo y sea el sueño de mi sueño… se que así será… no soñaré sola… soñare y seré un sueño… así será… y eso me hace feliz y mas humana cada día…

1 comentario:

Mau dijo...

yo, por mas que intento, no puedo dejar de soñar, y hasta lo hago despierto... y vaya que lo intento, pero mi mente va mucho más deprisa que el resto de mí...

así que yo te recomiendo que nunca dejes de soñar... te ayuda a mantenerte lúcido y coherente... aunque suene incoherente.